sábado, 20 de agosto de 2011

La casita de paja



En el corazón de un bosque del valle de Karrantza vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo rubio siempre andaba persiguiéndoles para comérselos.


Para escapar del lobo rubio, los cerditos decidieron hacerse una casa (que los pisos aún no habían bajado lo suficiente).


El pequeño, que era un cerdito hippie, fan de la permacultura, la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar.


El mediano, el cerdito funcionario, construyó una casita de madera, con las vigas sin calcular. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él a la pelota de haki.


El mayor, que era arquitecto en paro, trabajaba en su casa de ladrillo.
- Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras casas sin proyecto, deberíais encargarme vuestras casas- riñó a sus hermanos mientras éstos se lo pasaban en grande.


El lobo salió detrás del cerdito hippie pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó.

El lobo persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí.


Casi sin aliento, con el lobo pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor.
Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo comilón descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó.

Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que el lobo nunca jamás quiso comer cerdito y se hizo vegetariano (vegano) y que el cerdito mediano y el pequeño encargaron proyectos de vivienda a su hermano mayor.


FIN

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