lunes, 30 de enero de 2012

Cosas del metro de Caracas




Esta red de metro, que tengo el placer de usar de vez en cuando, me sorprende cada día...

Para empezar, cosa nunca vista en Madrid, los hombres se levantan para dejar sentarse a las damas, cosa que me es muy conveniente.

Para seguir, su aire acondicionado no tiene nada que envidiar al de la pista de esquí del Xanadú, siendo una recreación perfecta del clima de la estepa siberiana incluso a las 6 de la mañana con el metro lleno de gente.

A pesar de que a veces me han hablado de la inseguridad en el metro, nunca he visto ningún problema (aparte del frío polar) y me parece que la vigilancia es bastante estricta, el otro día oí esto:

"din, don, din, por favor, el señor viajero que se encuentra en la vía de línea 1 con dirección Palo Verde, con gorra beis (sí, se puede escribir así), camiseta azul a rayas y pantalón vaquero, por favor, absténgase de apoyar el pie en la pared)", me quedé ojiplática y dejé de comer papas al jamón, por si acaso El Gran Hermano te vigila...

La última, ha sido escuchar de boca de testigos presenciales, que un hombre pedía dinero en el metro contando que era de Alicante, España, y que la situación laboral en su país le había llevado a esta situación, emigrar para pedir en el metro. Quiero pensar que es leyenda urbana...

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