Aquí está mi nuevo pueblo temporal:
Esa casa blanca, con el tejado cochambrosito, es la que vamos a seguir reconstruyendo con los chamos de la escuela (...dios mediante...)
Al fondo, el despampanante cerro de Ávila, orgullo de Caraqueños y Guaireños. Al otro lado del cerro, la ciudad de Caracas.
El sábado me metí por sus selvas con un amigo y parecíamos Clare y Jack Shepard yendo a buscar a los otros... mosquitos, plantas irritantes, pero también amables paseantes esporádicos y una vista impresionante de Caracas desde lo alto.
Es increíble encontrarte semejante eminencia natural a 10 minutos andando de una ciudad enorme.
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