miércoles, 5 de octubre de 2011

De los Pirineos a los Andes


Bueno, más o menos...

Asentada en mi nuevo destino, todavía no me he atrevido a sacar la cámara de la maleta. Pero el momento llegará.

Llegada exitosa con recibimiento con cartelito con nuestros nombres (que emoción) y una de las primeras impresiones de Caracas: contradicción entre ser la ciudad más increíblemente verde que he visto en mi vida y la que tiene mayor cantidad de coches atascados y pitando como locos...

Claro, con esto de que con 2 euros llenas el tanque de gasolina, te sale más barato ir en coche a la vuelta de la esquina, que pagar los alimentos que te proporcionarían la energía necesaria para ir andando...

Eso sí, primero habría que pagar el coche, que no es tarea fácil.

Yo, para no perder costumbre, optaré por el transporte público. Metro ligero, te echaré de menos...

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