lunes, 29 de octubre de 2012

Chester


...dance like an egyptian...

Por fin Edimburgo!


Tenía ganas de visitar Edimburgo hace muchísimo tiempo y no ha decepcionado. De arriba a abajo y de izquierda a derecha, acabamos con los pies machacados pero mereció la pena. Participamos en varias actividades de tipo guirufloide como tours y pub crawling, y con tanto español que ronda ahora por allí, pues como en casa...


Calton hill, en una soleada (¡¡¿¿soleada!!??) mañana de domingo. Por detrás, esos inexplicables atletas que corrían sin razón apartente. Nosotras en cambio, como buen domingo, lo pasamos pereceando al sol, bebienzo zumito de naranja de oferta.

Inglish pitinglish


No es "London", es "Manchastah", pero la casa de mi hermana es tan clásica inglish pitinglish que parece que por ahí, detrás de la puerta está a punto de aparecer Huge Grant o Colin Firth. Y claro, mi hermana es Bridget Jones (cuando está flaca y guapa, por supuesto).

martes, 16 de octubre de 2012

Vivan las fiestas del Pilar!!!


Además de muchos otros acontecimientos fiesteros, el día 13 pasamos la Ofrenda de Frutos a la Virgen del Pilar con el traje tradicional. Aquí con mi tío Eli, madalenas y chorizos en ristre, recorriendo la avenida Independencia y con muy poquitas horas de sueño (yo).

lunes, 8 de octubre de 2012

Ele y Koldo


De vuelta a casa, no pudo haber mejor llegada que este bodorrio-reencuentro Erasmus. El desenfreno bailongo nos llevo a nuestros viejos suecos días de gloria. 
Enhorabuena y a ser felices!

Bella y Bestia son


Siempre pensé que la biblioteca de la Bella y la Bestia era una barbaridad que solo existía en los dibujos. Por eso fue tan impresionante entrar en el Gabinete Portugués de Lectura en Rio de Janeiro... 360 grados de estanterías llenas.

Rio de Janeiro


Olha que coisa mais linda, mais cheia de graça... Ipanema y los Dos Hermanos, reencuentro  con buenos amigos en un entorno espectacular.



Haciendo el guiri/gringo. Creo que me voy a montar una escalera como esta en Zaragoza, (donde las escaleras por lo general son más cortas...)


La foto no es muy espectacular, pero la vista en directo, desde la parte más alta de Santa Teresa lo fue. Una cara más de Río de Janeiro.


viernes, 5 de octubre de 2012

Niños, no intentéis hacer esto en casa!


Ni en casa, ni en ninguna parte. Esto es lo que pasa cuando echas aceite "calentito" en un colador que parece metálico cuando en realidad es de plástico.

Lagoa do Cassange


La peregrinación por la playa hasta esta laguna de agua dulce al lado del mar duró más de 4 horas, pero mereció la pena...

Cazador de langostas


A la vieja usanza, el hombre de la casa cazó unos bichos para la cena. (unos bichos muy grandes y muy ricos) Cuidado no metas el pelo en el arroz!

Jatimane


La aldea de Jatimane nos recibió con la fiesta del 7 de Septiembre. Un lugar pintoresco, lejos de cualquier tipo de turista. 


Aquí practicamos el robo de coco verde y el auto-stop rural...


Ilha de Boipeba


Otro destino espectacular, para qué repetir lo de siempre. Cabe remarcar estas ambulancias acuáticas que resultan tener un nombre muy apañado.


Morro de Sao Paulo


Aunque el pueblo en sí era tan turístico que parecía una de las áreas de PortAventura, las playas fueron espectaculares. En estas piscinas naturales, pasamos una mañana entera viendo peces de colores (que mordían) y tomando la solana...
Aquí debajo el "barzinho flutuante", muy buena idea para tomar un piscolabis marítimo, cuando se caían migajas al agua, los peces vienen como locos a tu mesa.


Brasilia



Pequeño recuerdo de mi visita a Brasilia. Ciudad del desierto que me tuvo aspirando directamente del chorrito del humidificador para recuperar la humedad de mi organismo.Ordenada y maquinal, esta ciudad me sorprendió gratamente, pero lo mejor, el reencuentro con grandes, viejos y nuevos amigos...



domingo, 26 de agosto de 2012

Macaco-mascota



Esta mañana hemos encontrado a un grupo de pequeños amigos muy monos en nuestro balcón. Ahí está uno zampándose un trozo de plátano. Espero que no se corra la voz monil y mañana los tengamos a todos sentados en la barandilla, esperando con la servilleta atada en el cuello.

Barra Grande


Esta es una parada más larga, para cargar pilas, y disfrutar del lugar con calma…
Casita junto al mar, estupenda, (aunque como se ve, con armarios un poco precarios) y balcón desayunero.





Camamú


Un pueblo nada turístico y con algo especial. Un paisaje espectacular frente a un lugar tranquilo, sin pretensiones, con una arquitectura colonial polvorienta, pero romántica.




Esta es la zona de construcción de barcos, es impresionante ver estos animalitos de madera venir al mundo.

Desayunote



Y dentro de la racha gastronómica, este sí que es el desayuno de los campeones y lo demás son tonterías… llamado “café da manha” es mucho más que un café, es de esos de esperar dos horas a hacer la digestión antes de meterte al agua…

La señora que nos da de cenar



Esta señora de Itacaré, prepara sus cuatro peroles en casa, y se coloca allí en la acera, como se colocaban las vecinas de mi calle en el pueblo, a la fresca.  
Luego solo hay que esperar a que vaya llegando la gente del pueblo (la mayoría de ellos familia suya, porque tiene la friolera de 22 nietos) y se vayan llevando la cena suculenta, algunos en platos, otros en bolsas, o cucuruchos de papel…

Prato feito



La comida más económica, (por unos tres euros) en todo restaurante que se precie es este llamado Prato feito, combinación de judías, arroz blanco, espaguetis de los que comíamos en los campamentos (cuando no eran  macarrones) y una dosis de pollo, carne o pescado. La cervecita es opcional…

Salvador de Bahía


Preciosa ciudad que nos recibió con un buen chaparrón. Aquí el ascensor, que por 6 céntimos te lleva de la parte alta a la baja (y al viceversa, gracias a Dios).



Aquí se ve a la típica señora vestida de Bahiana, pillada por la espalda, a traición para que no nos cobrara, en una colorida calle del Pelourinho.



Y en esta zona, los buseros son una panda de jipis retirados, porque todas las busetas son de este estilo…




Mind de gap



En el metro de camino a la estación de autobuses de Recife, nos sorprendió ver cómo de a rajatabla se toman estos brasileiros esto de esperar el metro detrás de la línea amarilla…
Aquí se puede ver que les van las emociones fuertes, incluso con el metro en marcha a un centrímetro de sus caras…

No quedó documentado, pero entré en un ataque histérico de risa, cuando al llegar el tren vacío (era comienzo de línea) la gente se lanzó corriendo (literalmente) a los asientos, empujándose y gritando.

No había ni una pizca de pudor de ese nuestro: ves el asiento libre y te acercas a él lo más rápido que puedes, pero sin llegar a correr, que no se note y mirando para otro lado, como mostrándote desinteresado, para despistar… no lo hace todo el mundo?

Olinda


Las fotos no hacen justicia a la belleza de esta ciudad, que me tuvo con la boca abierta todo un día entero. Esta foto (sin el cable) es la imagen idílica que siempre tuve de Brasil.



Recife, la gran ciudad, está al lado de Olinda, y se puede ver desde las partes más altas, como un icono de la ciudad moderna frente a la antigua. No deja de ser bonita vista desde lejos.


Mozalbetes echando una pachanga en esta plaza de una de las muchísimas iglesias de Olinda.
Gracias Vic por la recomendación, me alegro de no habérmela perdido!


Praia da Pipa



Otra parada en un pueblecito playero y turistero. Aquí encontramos la Bahía dos Golfinhos (delfines) que nadaban con los guiris como si fueran de la familia.

Rodolfo Langostoncio


Así se las traen las langostas brasileiras. 

El adaptador del adaptador del adaptador



Esto es lo que pasa cuando usas un aparato sudafricano con enchufe europeo, después le colocas un adaptador venezolano para poder meterlo en el adaptador brasileño. Solo hay que ponerle un soporte al final, o apoyarlo en una silla, para que los palitos no se partan del peso al enchufarlo…

Canoa Quebrada



En este apacible pueblito turístiquillo pasamos 4 días y montamos nuestra oficina balconera, trabajar así da gusto…
Iba paseando por esta playa al atardecer con mi nuevo bañador azul cuando me encontré a esta preciosa rubia con coletas que pasó la tarde conmigo.




Fortaleza, paraíso de las hamacas



Después de visitar Parnaíba, (playa de vientos huracanados y pescadito frito) pasamos un día en Fortaleza. Una ciudad llena de alboroto, coches y tiendas llenas de hamacas de todos los colores, formas y sabores.
Aquí están unas paisanas regateando una hamaca roja y una tipa vestida de vaquera que no se de dónde salió…

miércoles, 22 de agosto de 2012

São Luís


Uno de estos días, me bajé de un autobús nocturno y de repente di cuenta de que habíamos llegado hasta Portugal.
Estaba ya preparada para lanzarme a comprar toallas cuando empecé a ver palmeras y oír música de capoeira y volví a la realidad, acabábamos de llegar a São Luís, ciudad de azulejos y calles empedradas llena de música y encanto.

Algodoal


Desde Belém a Algodoal, una islita a la que llegamos como polizones de un barco nocturno.
Las calles del  pueblo son de arena y las playas están llenas de trampas para peces y chiringuitos para guiris con poca clientela. Nada mejor que montar el campamento a la sombra de uno que esté cerrado.

Mercado Ver-o-Peso de Belém


En Belém visitamos el Ver-o-Peso, que se considera el mayor mercado al aire libre de América Latina. Allí tuve ocasión de casi-comprarme de todo. 
Mi espalda no consigue cargar mucho más en esa mochila, así que con pena fui diciendo adiós a todas las hierbas medicinales, frutos secos exóticos, frutas tropicales desconocidas (de esas me llevé alguna en la barriga), artesanías indígenas, botes con esencias mágicas para camelar a tu vecino o tener a tu jefe subyugado...

viernes, 17 de agosto de 2012

Indígenas del Amazonas


Durante el trayecto, pasamos por muchos poblados amazónicos y sus habitantes se acercaban con las canoas a vender frutas locales o simplemente a saludar (será que no tienen tele...). Se ataban al barco con una cuerda y allí se quedaban haciendo el agosto con los pasajeros.

El barquinho que lleva a Belém


Este es el barco en el que recorrimos el Amazonas durante 5 días hasta Belém. Allí llega cada uno y monta su campamento, hamaca por aquí, maletas aquí encima por si corre el agua y a relajarse.

El efecto de bolas de escritorio también se repitió, en cuanto se mueve uno mientras duerme, nos acuna a todos. 
El barco iba haciendo paradas en las que se subía más gente y en un modo tetris se iban colgando las hamacas en distintos ángulos y alturas hasta una saturación sorprendente. (esta foto es del primer día...)

Advertencia, no intentar leer en la hamaca. El movimiento del barco le da un balanceo exponencial que te pone el estómago del revés.