miércoles, 22 de agosto de 2012

Algodoal


Desde Belém a Algodoal, una islita a la que llegamos como polizones de un barco nocturno.
Las calles del  pueblo son de arena y las playas están llenas de trampas para peces y chiringuitos para guiris con poca clientela. Nada mejor que montar el campamento a la sombra de uno que esté cerrado.

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