miércoles, 27 de junio de 2012

¿quién dijo frío?


Esta es la historia de una fría noche de autobús, como toda noche en autobús venezolano.


El conductor enciende el motor, y la suave "brisa" del aire acondicionado revuelve tu pelo, sacas el pañuelo para cubrirte el cuello. La brisa comienza a ser más fuerte y más "fresca", y decides ponerte la chaqueta.


Cuando empiezas a sentir que la punta de tu nariz está fría y te cuesta mover los dedos de las manos, pasas te pones el forro polar. Inmediatamente después sacas la manta (de Iberia o de Lan) de la mochila y te tapas todo lo que puedes.


Y cuando la escarcha te pega las pestañas y no consigues abrir los ojos, recurres a lo que sea, aunque sea la cortina, para enroscártela en la cabeza y ruegas que el viaje sea corto o que se pinche alguna rueda para poder salir un rato al calor de la carretera...

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